Muy buenas a todos soy CerberusKiba y hoy os traigo la segunda y última
parte de este relato que he escrito yo mismo, espero que os guste. No olvidéis
comentar que os ha parecido en la caja de comentarios.
La sombra de la lluvia
(conclusión)
Las
gotas de lluvia caían sin parar sobre mí… pero esta vez no iba a huir, este era
el momento que lo cambiaria todo, después de esto yo no sería el mismo nunca más.
Mi Sliggoo
estaba listo y miró fijamente al Carnivine mientras se abalanzaba sobre él. El
agradable aroma que desprendía era el mismo que antaño, y por su expresión
estaba claro que se acordaba de mí.
Enseguida
usó látigo cepa que contrarresté con agua lodosa y así fallo, furioso atacó a
mordiscos, lo que hizo retroceder aterrorizado a Sliggoo pero yo no podía dejar
que este combate me superase así que grite con todas mis fuerzas para llamar la
atención de Sliggoo – vamos pequeño hemos pasado miles de cosas juntos!
¡Llevamos mucho tiempo trabajando sin parar con el objetivo de estar listos a
para este combate! ¡Es mucho más que un combate, es nuestro pasado y nuestro
futuro! ¡Es nuestra amistad y nuestro sueño!- le dije con toda sinceridad
mirándole a los ojos.
Sliggoo
se giró hacia Carnivine, lo apartó y se incorporó, entonces yo grite con
fuerza- ¡Pulso Dragón!- y Sliggoo lanzó un increíble pulso que hizo volar por
los aires al Carnivine que cayó un par de metros más adelante.
Orgullosos
como estábamos ahora no podíamos dejar escapar esta oportunidad, el Carnivine
se abalanzó sobre mí por última vez -¡Dragoaliento!- grité con toda mi alma y
Sliggoo lanzo un poderoso cañonazo que derroto por fin al Carnivine.
Y
así fue como conseguí entrar en el Team Flare. Después de aquello mi tío se
sintió muy orgulloso de mí. El mismo fue el que me apunto en las listas de
nuevos integrantes. Mis inicios fueron geniales, hice muchos amigos que tenían
tanta emoción como yo en crear un nuevo mundo. Los horarios eran muy estrictos
pero merecía la pena.
Empecé
a viajar por todo el mundo, vivimos infinidad de aventuras, en muchas misiones
estuvimos en peligro pero eso solo aumentaba la emoción que sentíamos por la
siguiente. Poco a poco yo y Sliggoo nos volvimos inseparables e invencibles.
Todo
iba bien hasta que llego la misión que lo combaría todo. La misión, designada
personalmente por mi tío Bartos, en un principio no parecía nada especial,
debíamos ir a cierto pueblo de Hoenn y esperar a que pasase un barco, luego
teníamos que asaltar el barco y robar unos documentos muy importantes para el
Team Flare. Yo suponía que simplemente seria algún tipo de información con la
que se facilitaría nuestra tarea de cambiar el mundo, nada más lejos de la
realidad…
La
misión empezó bien, subimos al barco sin que nadie se enterase y conseguimos
llegar hasta los documentos, el problema fue que al salir de la sala nos vio un
tripulante -¡Capitan, terroristas del Team Flare!- gritó sin pensárselo dos
veces. Ahora teníamos que salir de allí lo antes posible, así que corrimos por
los pasillos, nos barraron el paso varias veces y cuando creíamos que ya
estábamos a salvo, uno de los pasajeros sacó a su Magmar y uso lanzallamas
sobre nosotros.
Enseguida
ataqué con Sliggoo y le derroté pero los ataques de Magmar provocaron un grave
incendio y el barco empezó a hundirse. El capitán sabía que estábamos lejos del
pueblo como para volver así que decidió varar el barco en una zona rocosa que
había cerca.
Nosotros
conseguimos escaparnos antes para que al menos no nos detuviesen al venir a
rescatarlos, además podíamos pedir rescate por nuestra radio propia así que no
había problema alguno en irnos.
Una
vez tranquilos y mientras esperábamos, la curiosidad pudo con nosotros y
decidimos leer los documentos. Para mi sorpresa no era lo que yo esperaba sino
que se trataba de una serie de pruebas (entre ellas informes y fotografías) que
inculpaban a mi tío como autor de un intento de exterminio de varias especies
de pokemon (entre ellas Carnivine) en los alrededores de Ciudad Romantis en
nombre del Team Flare.
Se
me paró el corazón y empecé a sudar, ahora todo tenía sentido; yo llevaba desde
niño el peinado del Team Flare ya que siempre los había admirado y el Carnivine
debía de ser un superviviente que reconoció mi aspecto y buscaba venganza por
lo que hizo mi tío.
De
repente vi a mi tío como un ser despiadado y entendí perfectamente a lo que se
refería cuando hablaba con mi padre, iba a exterminar a todo aquel que
considerase débil. Y entonces me di cuenta de que fue él mismo el que me envió
a esta misión en Hoen. Tenía que volver a Ciudad Romantis lo antes posible o
Bartos cumpliría con sus macabros deseos.
Después
de que nos viniesen a buscar tuve que escaparme y dirigirme a Ciudad
Romantis sin demora, pero antes de llegar ya se podía apreciar que la “purga”
ya había comenzado. Una enorme columna de humo yacía sobre la Ciudad y muchas
casas estaban en llamas. Me dirigí a la mía. Volvía a llover. ;is padres estaban arrodillados delante de mi tío y yo
me acerque pero su Pokemon, ahora Garchomp, me cortó el paso.
Bartos
se giró hacia mí –sí que has vuelto pronto de tu misión, estoy orgulloso de ti.
No es para menos, eres mi sobrino- me dijo con una aterradora mirada de
superioridad, y yo tembloroso le devolví la mirada –tío, ¿Por qué haces esto? ¿Porque
haces tanto daño a la gente?- las palabras se me trababan y apenas podía terminar
las frases – ¿¡Dónde está el nuevo mundo que deseábamos!?- Pude decirle con
todas mis fuerzas.
Bartos
cambió su expresión por una de enfado – ¡Este es el nuevo mundo! ¡Uno en el que
no hayan débiles que lo ensucien todo con su presencia!- dijo furioso. Yo
entonces quise sacar a Sliggoo para combatir pero mi tío se adelantó, lanzo a
mis padres dentro de mi casa en llamas mientras gritaba Cuchillada a su
Garchomp.
Este
terrorífico Pokemon asestó un violento golpe contra Sliggoo que aún estaba
saliendo de su pokeball, y luego me empujo a mí, haciendo que los dos cayéramos
por el barranco de delante de mi casa que daba a los pantanos.
Sucio
y solo no veía ni rastro de Sliggoo pero encontré su pokeball abierta, rota y
lo que más me temía, ensangrentada. De camino una vez más a Romantis, cansado,
dolorido, y casi cojo, empezó a llover con mucha más fuerza que antes, el fuego
se apagó y una espesa neblina cubría las calles.
De
repente sonó el despiadado rugido de Garchomp, y yo caí al suelo pensando que
era mi fin. Pero nada me atacó. Cansado, mis ojos se fueron cerrando y entre la
niebla me pareció ver algo semejante a la silueta de Garchomp, suspendida en el
aire por otra silueta algo más grande, -¿Un dragón?- entonces la silueta más
pequeña se volatilizó con un gran destello y yo perdí el conocimiento.
Tiempo
después reconstruimos la ciudad y yo dejé el Team Flare porque, aun habiéndolo disfrutado
mucho, yo ya no podía verlo de la misma manera. Me enteré de que mi tío
desapareció sin dejar rastro, igualmente ya no aceptarían su vuelta al Team y
serií detenido por lo que hizo. También supe que la gente del barco varado al
final fue rescatada sin problemas, y después de que el Team le explicase
personalmente mi historia no quisieron inculparme de nada, eso sí, ayudé con la reconstrucción de la ciudad.
En cuanto
a Sliggoo, jamás supe nada de él, después de que su pokeball se rompiese
supongo que fue liberado y tengo confianza de que, allá donde esté me estará vigilando
y protegiendo. Nadie supo tampoco que era esa gran silueta que me protegió de
Garchomp, confío en que Sliggoo tenga algo que ver con ella.
Por
mi parte sigo viviendo en Romantis y vistiendo y peinándome como el Team Flare
aunque ya no forme parte de ellos. No sería justo dejar atrás los mejores años
de mi vida, los cuales compartí con mi mejor amigo Sliggoo.
Amigo,
allá donde estés, sigo aquí, esperandote en casa.
Y así llegamos al final de esta
historia, pobre Sliggoo ¿qué le habrá sucedido? Bueno lo que sabemos es que
siempre estará protegiendo Ciudad Romantis y a nuestro héroe. Es más, podéis ir
vosotros mismos a visitarle, el sigue allí esperando y recordando sus buenos
tiempos en el Team Flare.
No olvidéis decirnos que tal os ha parecido y
comentar todo lo que queráis en la caja de comentarios. Volveré la semana que
viene con más relatos.
¡Nos vemos en el chat entrenadores!
